Conocí a un hombre que trabajaba con la madre Teresa para ayudar a la gente a morir con dignidad, fumaba un porro en lo alto de las pirámides cuando la luna llena daba paso al amanecer, y cambiaba cigarrillos por trajes militares rusos mientras se escondía en un fuerte de San Petersburgo... buen recordatorio: vive siempre como si estuvieras muriendo.