Al recordar a San Esteban, el primer mártir, buscamos su intercesión para fortalecer nuestra fe y apoyar a las comunidades que más sufren por su testimonio cristiano. Que su ejemplo de humildad, valentía y perdón acompañe a quienes, en situaciones de conflicto, están comprometidos con promover el diálogo, la reconciliación y la paz.