El Consulado de España en Buenos Aires enfrenta un retraso histórico debido a la implementación de la Ley de Memoria Democrática. Según estimaciones oficiales, ya se han programado 645.052 citas presenciales y, al ritmo actual de procesamiento, el consulado necesitaría más de un siglo—aproximadamente 104 años—para resolver todas las solicitudes pendientes, basándose en precedentes similares. El cuello de botella se debe a una combinación de factores: el volumen sin precedentes de solicitudes, la escasez de personal y la tramitación simultánea de unos 350.000 ciudadanos españoles registrados que también requieren pasaportes y otra documentación. Además, se han acumulado 56 toneladas de expedientes en Buenos Aires, y otras 220.000 solicitudes se han presentado en consulados en el resto del país. Desde 2022, solo se han tramitado unos 30.000 casos, con una media de unos 10.000 al año. Actualmente, todo el sistema consular funciona con aproximadamente 100 empleados, tres vicecónsules y 13 vicecónsules honorarios, una estructura claramente insuficiente para satisfacer la demanda. Ante esta situación, España está explorando alternativas para aliviar la carga del mayor consulado del mundo, como la externalización de procedimientos y la apertura de nuevas oficinas, con el objetivo de agilizar los procesos y reducir los tiempos de espera de miles de solicitantes.