divagaciones matutinas. Recuerdo cuando mi padre se hizo mayor. Parecía rápido aunque no lo fuera. Todos teníamos ese sueño interno de "siempre sale del hospital" hasta el día en que no lo hizo. Pero esto no va sobre él. Es sobre lo impaciente que solía ser con él. Caminando un paso por delante. Frustrándose con su memoria selectiva. Cuando se fue, todos esos momentos de impaciencia se convirtieron en un duelo con el que todavía me siento y sigo luchando. Y ahora aquí estoy, viendo cómo mi perro envejecía igual de rápido. Está a punto de cumplir 14 y me frustra muchísimo. Nada del caos reciente de la vida es culpa suya. Probablemente sea más estresante para él que para mí. Pero aún así me encuentro cayendo en la impaciencia cuando lo que realmente necesita es paciencia. (Difícil cuando se ha meado en casa 3 veces en 2 días.) ¿Cómo aprendemos lecciones? Creía que ya había aprendido esta... y sin embargo aquí estoy.