Lo único peor que los poseedores de tokens pagados son los poseedores de tokens que son activistas y creen saber cómo llevar un negocio. Es indignante la cantidad de valor que se está destruyendo ahora mismo por inversores que presionan a las startups para que hagan recompras, impulsan esquemas de compensación no probados y otras ideas de gobernanza que destruyen el valor empresarial en las startups. Si hoy lanzara un negocio en cripto, nunca recomendaría lanzar un token antes de estar listo para salir a bolsa. Trata un token como una OPI, pero aun así intenta mantener el control total del fundador. Casi todos los fundadores se arrepienten de lanzar un token ahora porque se dejaron arrastrar por esta ola de aparentemente "capital barato", pero ahora ese capital barato está mostrando sus dientes y mordiéndose el brazo. Las desventajas de ser público y perder el control de tus propias finanzas son algo muy poco estudiado en cripto. El 90% de los proyectos con tokens no deberían tenerlos.