Primero, la IA escribía código. Luego, sacó sobresalientes en los exámenes. Ahora, supera a los VC humanos en el triaje de flujo de operaciones. El patrón es claro: la IA está desmantelando sistemáticamente cada cuello de botella del trabajo de conocimiento. A continuación: una explosión de fondos de nicho y capital de fundadores, filtrados por algoritmos.