O dejas que las luces te guíen o dejas que te ciegan. Si ahora mismo estás en el fondo, persiste y nunca dejes de buscar la forma de llegar a la cima. Si eres el más alto, recuerda que un solo error será suficiente para volver al punto de partida. Así que más te vale aprender qué es la humildad o la vida encontrará la manera de enseñártela. Las luces siempre estarán ahí y depende de ti cómo dejes que afecten tu vida.

La última vez que estuve en Dubái, me inspiró. Lo que me llevé de aquí fue la idea de que no hay límites a lo que puedes lograr como ser humano. Puedes construir algo realmente maravilloso, algo que inspire a otros a seguir su ejemplo. Esta vez, me siento igual de inspirado pero también más humilde. Pero no podría haber pedido un mejor momento para dejar que las luces me guiaran de nuevo.