Cuanto más lo pienso, más pegajoso me parece Ethereum. La barrera de entrada para las nuevas plataformas de contratos inteligentes es prohibitivamente, habrá muchos menos participantes en el futuro. Además, el Ethereum GTM que se emplea (neutral, sin kingmaking, no compita con tus apps) es prácticamente imposible hoy en día. Para diferenciar, los ecosistemas nuevos casi por definición deben ser opinativos, lo cual puede ser el camino pero también tiene grandes inconvenientes. A la gente le gusta hablar de la concepción inmaculada de Bitcoin, pero Ethereum también es realmente único. En el lado fundamental, a pesar de intentar despedir a sus usuarios, la actividad sigue concentrándose en la L1 y Fusaka está sentando las bases para subidas de precios en los blobs. Las cosas pintan realmente bien.