Dershowitz insiste en que su implicación no fue una campaña de difamación, sino simplemente un "discurso académico", argumentando que escribió una refutación detallada y pidió a Epstein —junto con "cientos de otros"— que ayudara a difundirla. Minimiza el papel de Epstein a lo largo de toda la obra, enmarcándolo como una labor académica rutinaria. Cuando se le preguntó sobre los vínculos de Epstein con Israel, Dershowitz reconoció que Epstein desarrolló una "relación comercial" con el ex primer ministro Ehud Barak y le mostró un mapa de paz dibujado por Barak en su casa, pero argumenta que estas interacciones no sugieren nada encubierto y formaban parte de la red más amplia de conocidos de Epstein.