Como columna vertebral de una economía conectada, la liquidez determina la rapidez y eficiencia con que el valor puede moverse, especialmente a través de fronteras. Cuando la liquidez está fragmentada, las transacciones también se ralentizan. Al centrarse en la liquidez conectada entre entornos digitales y fiduciarios, redes como Velo contribuyen a flujos más fluidos y a un comercio global más accesible. A medida que la adopción crece y se vuelve cada vez más digital, la liquidez conectada será la base que permitirá que el valor se mueva de forma libre, segura e instantánea por todo el mundo.