Miles de millones en electricidad se desperdician a nivel global cuando la generación supera la demanda local. El agua fluye sobre presas sin uso. Los sitios remotos no tienen una forma económica de transmitir energía. La minería de Bitcoin convierte esta energía varada en dinero mediante un comercio unidireccional. Las compañías eléctricas nunca quiebran porque los mineros monetizan la producción excedente. Por eso la tasa de hash sube independientemente del precio de Bitcoin. La minería rescata energía que se perdería para siempre.