Pasamos de tener un mínimo de computación siempre a la era de los smartphones, donde llevábamos siempre un semisuperordenador y seguimos funcionando como si eso fuera el final porque los LLMs son increíbles, etcétera, etcétera. Estamos a punto de pasar de tener un smartphone de computación con nosotros, a tener también la cantidad de computación de un robotaxi, más robots de computación. La cantidad de energía y cálculo que tenemos va a crecer dramáticamente en la próxima década y eso va a cambiar muchas cosas.