Los miembros del Congreso —republicanos y demócratas— reciben información que puede mover los precios de las acciones con mucho antelación a los estadounidenses a los que sirven. No deberían poder negociar acciones individuales. No debería ser difícil prohibirlo, pero ninguna de las partes lo hará. Tan ofensivo para la gente a la que 'sirven'.