"Vivía en un edificio en Nueva York. Viviendo arriba de mí vivía Martin Scorsese. Iba a visitarle por la noche. Cada noche Scorsese veía una película. Todas las noches. Yo llevaría comida para llevar, escucharía y le haría preguntas. Era como hacer un máster en cine. Conocía a todos los directores veteranos. Aprendí a poder hablar con Stanley Kubrick. Nunca tuvo un agente excepto yo. Pude hablar con él porque Marty me educó. Leí mucho y conocía a esos antiguos directores. Tenía a toda nuestra gente formada en historia del cine y la televisión. Compré todos los libros que se publicaron. Compré un libro que nunca olvidaré: La historia de los Emmy. Enumeraba todos los premios Emmy de la historia. Hice que nuestra gente viera todas las películas en la historia de los Premios de la Academia que ganaron Mejor Película, Mejor Actriz, Mejor Actor, Mejor Director y Mejor Guionista. Se familiarizaron con quiénes son estas personas y lo que aportaron. Y al hacerlo, nuestra gente era tan fluida en sus negocios. Podían hablar de televisión, de películas, de música. Conocían la historia. El pasado es prólogo. Si conoces la historia, prácticamente puedes predecir el futuro."