Se llama el Escuadrón de Redistribución de Influencers. Una vez que la sociedad se da cuenta de lo tóxicos que son los influencers, personas que esperan aplausos por conectarse, el equipo reasigna esa atención por la fuerza. "¡No puedes hacer eso, alguien por tener un canal de YouTube!" gritan los manifestantes. Ellos también van.