Al volver a San Francisco después de Acción de Gracias, me impresiona la gratitud de que Silicon Valley exista. En realidad es un lugar de 3 milagros raros: 1) un milagro que las personas más inteligentes de todo el mundo se muden voluntariamente aquí para construir sus sueños y encontrar almas afínes, a menudo dejando atrás trabajos cómodos, carreras académicas, amigos y familia, etc 2) Un milagro que exista un enorme ecosistema de inversores aquí, donde es común dar a jóvenes graduados universitarios (o que abandonan) millones de dólares para que construyan sus primeras start-ups con poco más que una presentación o demo 3) un milagro de que el fracaso sea culturalmente aceptable aquí, de modo que incluso si fracasas en tu primera start-up, puedes volver a levantarte y volver a intentarlo, un poco más sabio y experimentado como fundador Agradecido por todos los fundadores e inversores que hacen que este lugar sea especial. ¡Vamos a construir! 💪