No, no diría que la filantropía es mi pasión. Hace dos años, estaba absolutamente decidido a convertirme en creador de contenido, gran entrevistador, algo así. Literalmente nunca pensé que construiría algo, y mucho menos un proyecto benéfico. De verdad me da vergüenza ajena cuando alguien me llama filántropo. Nunca pedí esto y desearía no tener que hacerlo. Pero tengo que hacerlo. No quería que mi padre se pusiera enfermo, pero lo hizo. Todo esto cayó sobre mí y una cosa llevó a la otra y ahora hemos recaudado siete cifras para la caridad. Así que no, no diría que la filantropía es mi pasión. Hacer cosas que importan.