Bloomberg acaba de perfilar a la nueva generación de multimillonarios y no son fundadores de apps ni creadores de chatbots. Son las personas que construyen la columna vertebral física de la IA: centros de datos, sistemas eléctricos, refrigeración, chips y racks de alta densidad. Dieciséis nuevos multimillonarios han surgido de empresas como CoreWeave, QTS, Groq y otros pesos pesados de la infraestructura. El mensaje es inconfundible: en la fiebre del oro de la IA, las mayores fortunas van para quienes venden computación, no para quienes venden aplicaciones. La infraestructura es el verdadero imperio. La riqueza se está acuñando en hormigón, cables y megavatios.