La noticia se siente oscura. Estoy agradecido de que este sea el mundo de nuestro Padre. Su eterno plan de redención va a salir sin contratiempos. Nada le sorprende ni le sorprende. No está ignorando la injusticia, el mal ni el dolor. Lo ve todo. Su ira es avivar contra la maldad, y un día volverá para acabar con ella. Salvará a su pueblo de una vez por todas, y la sangre de los inocentes será vengada. Un día no habrá más pecado, tristeza, enfermedad, hambre, abuso, aborto, corrupción, política, confusión de género ni guerra. Paz y justicia perfectas para siempre. Aunque todo lo demás parezca desesperanzador—ánimo en esto