Parece que hay un valor sorprendente en ser una cucaracha que sobrevive. La mayoría de la gente no querría llamarse cucarachas. De hecho, la mayoría no querría pasar el tiempo simplemente sobreviviendo. Pero la realidad es que esto, el momento, más que cualquier otra cosa, convierte a los mayores tontos y genios aparentes de todos nosotros. No me malinterpretes. Eso no quiere decir que no seamos unos tontos impresionantes de vez en cuando. Por supuesto que sí. Pero eso forma parte de la vida. La gran lección aquí es que una conciencia aguda del momento importa tanto que, en muchos casos, puede ser lo único que cambie drásticamente un resultado entero. ¿Cuál es entonces una buena lección para nosotros? ¿Y cuál podría ser una buena lección para los constructores de todas partes? Se me ocurren algunos puntos. Encuentra un mercado gigante (o uno que se expanda rápida y significativamente), con una tendencia secular que se desarrolle a su alrededor. Y crea un producto increíble para servirlo. Sintoniza con el ritmo de la estacionalidad. La naturaleza, los mercados y los seres humanos, todos tienen un ritmo. Aprende a dejarte llevar por ese ritmo. Hay momentos para agitar el barco y momentos para conservar energía y esperar a que pase la tormenta. Haz el trabajo duro. La suerte favorecerá a la mente preparada. Deja que la suerte te encuentre listo cuando llegue. Haz los deberes, sé tú quien esté listo para que la ola se despliegue. Entiende el valor de la supervivencia. Un barco que navega por el mar en medio de una tormenta tendrá un único objetivo, y es sobrevivir. Una vez que la tormenta ha pasado, el barco puede continuar con su misión. Los últimos años me han enseñado muchas lecciones invaluables, pero ninguna tan contraintuitiva y difícil de seguir como ser consciente del momento. ¿Qué significa esto en la práctica? Bueno, puede ser tan sencillo como hacer esta única pregunta: ¿es este el momento de atacar o es el momento de ahorrar energía? Mira a tu alrededor. Haz una comprobación de temperatura. Cuando nada parezca tener sentido, da un paso atrás y haz esta pregunta sencilla. Dosifica tu energía. Mantén la cabeza baja. Y dejar que pase la tormenta. Si hace falta. Cuando lo haga, demuestra al mundo lo que tienes. La cosa real que has estado cocinando todo este tiempo. Las repeticiones y los deberes que has hecho. ...