El lunes 24 de noviembre, cazas de la Fuerza Aérea de Autodefensa Aérea del Suroeste de la Fuerza Aérea de Autodefensa de Japón fueron desplegados para interceptar un dron chino de vigilancia de gran altitud que había pasado entre la isla de Yonaguni y Taiwán en el mar de Filipinas, en medio de crecientes tensiones entre China y Japón.