Pocos lo entienden De hecho, también es una de las cosas más graciosas de la política. La gente piensa que todo es por la libertad, pero la mayoría de los humanos en realidad quieren que les digan qué hacer, más o menos.

Un buen ejemplo de lo que ocurre cuando das a las personas verdadera libertad es comparar a los grandes ganadores de lotería frente a los pequeños. La mayoría de los ganadores de lotería pequeña usan los premios para comprar libertad incremental, lo que resulta en aumentos significativos de la felicidad; hay un buen estudio sueco sobre eso, si no recuerdo mal. Pero la libertad es finita: por ejemplo, trabajar menos horas, no cero. Reformar una casa, no comprar 7 de ellas. Los grandes ganadores de lotería se autodestruyen a tasas mucho más altas que la población general, quizá porque se les da demasiada libertad de golpe y la mayoría de los humanos no pueden soportarlo.