Los socialistas tienen una rutina de dos pasos. Primer paso: quejarse de que todo es demasiado caro. Paso dos: nunca abras un negocio vendiendo cosas al precio "justo" que juran que es fácil y solo inflado por la codicia. Curioso cómo quienes afirman que la creación de valor es sin esfuerzo siempre son los que no crean nada.