Una vez fui a un precioso resort en Nicaragua. Por dentro, estaba impecable. El perímetro tenía tipos con AK-47 patrullando la parte superior del muro las 24 horas del día, entre siestas bajo los árboles. Le pregunté al personal: "¿Por qué necesitamos a esos tipos? ¡No están haciendo gran cosa!" Él dijo: "¿Ah, ellos? Contratamos a los criminales locales y les pagamos para que lo hagan, para que no roben el lugar." A veces los países extranjeros son realmente extranjeros.