Esos primeros cuatro años en San Clemente fueron profundamente difíciles y dolorosos. Conseguí recuperarme física, espiritual y mentalmente de la catastrófica derrota que sufrí en 1974. Al mirar atrás en aquellos años en la naturaleza, diría que siempre me sostenía tener en cuenta tres principios: • Deja el pasado atrás. Analiza y entiende las razones de tu derrota, pero no te obsesiones con lo que se ha perdido. Piensa en cambio en lo que queda por hacer. • No dejes que tus críticos te afecten. Recuerda que solo ganan si te desvían a luchar contra ellos en lugar de impulsarte hacia tus objetivos. • Dedica tu tiempo a un objetivo más grande que tú mismo. Evita la tentación de vivir simplemente por placer o esforzarte solo por dejar una herencia mayor. Richard Nixon. En la arena: Memorias de victoria, derrota y renovación