Le pregunté al Ministro del Interior cómo se siente al patear la escalera e introducir políticas antiinmigrantes respaldadas por el fascista Tommy Robinson. No respondió a la pregunta, calificándola de "indigna del desprecio". Lo único que hay por debajo del desprecio es su powellismo de tienda de pacotilla. Qué vergüenza para ella y para este gobierno laborista.