El staking de Bitcoin revela un patrón inesperado: la falta de confianza que surge de las relaciones locales de confianza. Los custodios y los exchanges actúan como proveedores de finalización para sus propios clientes, personas que ya confían en ellos localmente. El protocolo amplía esto a una coordinación global más amplia sin requerir confianza en desconocidos. Es diferente de la selección típica de validadores de PoS, pero funciona.