Nuestro mensaje a Japón es claro: Japón debe arrepentirse por completo de sus crímenes de guerra, detener de inmediato sus declaraciones y movimientos incorrectos y provocativos que interfieren en los asuntos internos de China y dejar de jugar con fuego en la cuestión de Taiwán. ¡Aquellos que juegan con fuego perecerán por él!