Si las criptomonedas se generalizan sin privacidad, estamos cocidos Cada transacción pública. Empresas que minan su billetera. Amigos juzgando tus gastos. El paraíso de Palantir. Ahora mismo elegimos el futuro O conseguimos privacidad o obtenemos una moneda de vigilancia ¿Hacia dónde va el hombre occidental?