La gente idealiza a la mafia, pero siempre fue así. Estos tipos se alimentaban como parásitos de los trabajadores y rompían huelgas para los jefes. En Sicilia, los comunistas los expulsaron de las aldeas después de la guerra. En los muelles de Nueva York, los sindicatos liderados por socialistas empujaron a los gánsteres fuera de los muelles.