En este día de la historia en 2000, las elecciones presidenciales de Estados Unidos no fueron concluyentes, ya que solo 537 votos en Florida separaron a Al Gore y George W. Bush. La elección fue un proceso tumultuoso, que comenzó con confusión en la noche de las elecciones, ya que las cadenas primero declararon Florida para Gore, luego para Bush y viceversa, antes de que Gore se retractara de su concesión. El proceso de recuento se vio empañado por estándares inconsistentes y batallas legales, que culminaron en una decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos. La Corte dictaminó 7-2 que el recuento violaba los estándares constitucionales de consistencia, y por una votación de 5-4, detuvo el recuento debido a limitaciones de tiempo, otorgando efectivamente Florida, y por lo tanto la presidencia, a Bush. El fallo, que se dividió en líneas ideológicas, sigue siendo uno de los más controvertidos en la historia de Estados Unidos. Bush ganó las elecciones a pesar de perder el voto popular, lo que lo convirtió en el primer presidente desde 1888 en hacerlo.