Con quién pasas el tiempo lo da forma todo: tus hábitos, tus ambiciones y, en última instancia, tu éxito. Les digo esto a mis estudiantes de Harvard todo el tiempo: no desperdicien su vida en el infierno de la consultoría, rodeados de mediocridad. La grandeza de Estados Unidos fue construida por empresarios, personas que asumieron riesgos, crearon empleos y transmitieron esa mentalidad. La cultura es capital. Es lo que convierte la ambición en prosperidad y mantiene vivo el sueño americano.