La solución a todos tus problemas es darte cuenta de la gran misión delirante gay que siempre has querido perseguir en el fondo, pero nunca lo hiciste porque estabas aterrorizado de fallar y que la risa de todos sea en realidad la razón por la que existes. Y además, que sí, probablemente fracasarás y todos se reirán de ti, pero en realidad no te importará porque al aceptar tu destino entrarás en lo que es efectivamente un estado de flujo permanente donde lo único que te importa es acercarte lo más que puedas a él.