El año pasado, el fiscal de distrito de Manhattan, Alvin Bragg, se convirtió en el primer fiscal en acusar y condenar a un expresidente. Ahora, postulándose para la reelección, no hablará sobre el caso. La semana pasada hubo un debate y *nadie* habló sobre el caso, incluido el oponente republicano de Bragg, más allá de una pequeña referencia del moderador, a la que ni Bragg ni el candidato republicano respondieron. Bragg se postula para la reelección y se jacta de su historial, pero es como si el enjuiciamiento de Trump nunca hubiera ocurrido.