De un texto aleatorio de 1876: un niño que no conocería a su padre hasta los cuatro años, creciendo en tiempos turbulentos. ¿Cómo se infiltran las ansiedades de los adultos en momentos inocentes? Marionetas de sombras: manos que proyectan formas entre la comodidad y el presentimiento.
La sesión se interrumpió después de solo dos iteraciones. Este segundo intento empujó las sombras más profundas, pero la DAO prefirió el primero. Quizás con más iteraciones, habría encontrado el equilibrio preciso, o lo habría perdido por completo al refinar demasiado.
En la economía de la atención, las superficies saludables exigen un rendimiento constante. Hay valor en mostrar lo que hay debajo, no para conmocionar, sino como reconocimiento. Las sombras que proyectamos revelan más de lo que pretendemos.
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