En toda Europa (Italia, Alemania, Reino Unido) las protestas estallan con el mismo cántico: desmantelar el sistema. ¿La ironía? Los mismos activistas financiados por ONG globales y donantes multimillonarios "climáticos" están pidiendo el comunismo global: el fin de las fronteras, la propiedad privada y la soberanía nacional. Grupos como Just Stop Oil y Last Generation comparten financiadores con sede en Estados Unidos como el Fondo de Emergencia Climática, utilizando la "acción climática" como el caballo de Troya para un orden global centralizado. ¿Y la parte más triste? La mayoría de estos manifestantes izquierdistas ni siquiera se dan cuenta de que son soldados involuntarios de los agentes de poder globalistas, derribando su propia libertad por un sistema que los poseerá.