El hecho de que Cook se niegue a irse pone a la Fed en una posición difícil. Si le permiten continuar con sus deberes como gobernadora de la Fed, a partir de esta mañana, y los tribunales determinan que el presidente tiene la autoridad para despedirla, incluso si es meses después durante una apelación, cualquier cosa que haga en nombre de la Fed como gobernadora a partir de hoy no será válida. Y la Fed podría ser considerada responsable de permitir que una persona que no es empleada continúe actuando como un empleado. Reformulado, si la Fed le permite quedarse y continuar siendo gobernadora, y la corte dictamina que Trump puede despedirla (nuevamente, incluso si es más tarde en una apelación), entonces Jay Powell ha cometido potencialmente un delito "con causa" por el que podría ser despedido. (permitiendo que un empleado que no pertenece a la Fed tome decisiones y políticas en nombre de la Reserva Federal).