Un equipo de investigación de los NIH identificó proteínas en la sangre que pueden detectar con precisión la esclerosis lateral amiotrófica (ELA) mucho antes de que aparezcan los síntomas. El descubrimiento puede ofrecer la primera prueba diagnóstica definitiva de ELA y una forma prometedora de rastrear la progresión de la enfermedad en ensayos clínicos.