Un saludo a @metalliride por coleccionar una edición de “Polished Sin” en @objktcom 15 restantes - 5 @tezos Polished Sin trata la indulgencia como un arte de refinamiento en lugar de una pérdida de control. El deseo aparece aquí no como caos, sino como disciplina afilada hasta un brillo de espejo. Dos cuerpos se encuentran en una economía privada de exceso, donde el toque es deliberado y la contención ha sido cuidadosamente abandonada, no olvidada. El oro traza la piel como evidencia de fracturas pasadas convertidas en ornamentales. Estas no son heridas que deban ser ocultadas, sino lujos acumulados a través del placer, la presión y la persistencia. La superficie brilla porque ha sido manipulada, deseada, devuelta una y otra vez. La intimidad se convierte en un objeto elaborado, lento, costoso e intencional. Esta obra rechaza el lenguaje de la culpa. El pecado no se confiesa aquí, se curaduría. Lo que queda es una opulencia silenciosa de cercanía, donde el cuerpo ya no pide permiso para desear, y la indulgencia se eleva a un estado de gracia.