Vamos a adelantar la interpretación: hay rumores en el Capitolio de que la dirección podría cerrar la Cámara la próxima semana y tratar de culpar a mi petición de cancelación para prohibir el comercio de acciones, y las peticiones de desestimación en general, como chivo expiatorio. Para que quede claro, no he hecho nada malo al forzar una legislación que más del 87% de los estadounidenses apoya, ¡porque el liderazgo NO LO HARÁ! Si el Congreso cierra, no tengo la culpa. Es la inacción del liderazgo de la Cámara honrar la voluntad del pueblo estadounidense. Les encanta señalar con el dedo, pero esta vez no escaparán a la responsabilidad.