AgiBot acaba de desplegar su robot humanoide número 5.000 en Shanghái. El hito señala algo importante. Las empresas chinas de humanoides han revolucionado la fabricación a gran escala. Pero eso ya es lo que está en juego. La parte difícil empieza después del parto. Estos robots deben seguir desplegados. Necesitan seguir aprendiendo. Necesitan demostrar que pertenecen a flujos de trabajo reales. Actualmente, los robots de AgiBot hacen principalmente trabajos de entretenimiento y guías turísticos. Esa es la realidad. La industria puede construir miles de humanoides. Aún no ha averiguado dónde crean valor a largo plazo. La brecha entre "podemos hacerlo" y "la gente pagará por usarlo" sigue siendo grande. Ahí es donde líderes humanoides chinos como AgiBot están probando ahora mismo.