De cero a uno: idOS en 2025 — y lo que viene No parece mucho desde fuera, pero es todo. En 2025, idOS pasó de cero a uno. Puedes tener opiniones divergentes sobre Peter Thiel, pero su tesis central en De cero a uno importa aquí: el progreso no se trata de copiar lo que ya existe, sino de crear algo fundamentalmente nuevo que realmente funcione en el mundo real. Para idOS, "uno" no es un libro blanco, una testnet o una promesa. "Uno" es el uso real en producción. Este año, idOS cruzó esa línea. Eso puede sonar modesto según los estándares históricos de las criptomonedas, pero en identidad descentralizada, este es el hito más difícil de alcanzar. Porque la identidad descentralizada no había cruzado esta línea antes. Por qué "uno" importa en identidad La identidad es singularmente difícil, no por la criptografía, sino por los incentivos. Durante años, la identidad descentralizada luchó con un clásico problema de mercado de limones: los usuarios no quieren preocuparse por la identidad a menos que sea necesario, las aplicaciones no se integran a menos que ya existan usuarios, y los equipos intentan cubrir la brecha con incentivos, puntos o ideología. Ese enfoque falla. La identidad solo funciona cuando es operativamente invisible y económicamente necesaria, cuando las empresas reales dependen de ella para funcionar. Eso es lo que cambió en 2025. Las criptomonedas se están dividiendo en dos — y solo una mitad está cruzando el abismo Las criptomonedas se están bifurcando. Un lado sigue siendo especulativo, impulsado por narrativas y reflexivo. El otro — la economía de las stablecoins — es aburrido por diseño y operativo por necesidad: pagos, cuentas, cumplimiento y escala. El segundo está cruzando ahora el abismo. Las señales recientes del mercado dejan esto claro: la infraestructura para la economía de las stablecoins se está volviendo estratégica. Y en esa pila, la identidad no es opcional. Es el último cuello de botella no resuelto. La economía de las stablecoins solo escala si la incorporación escala. ...