Irónicamente, literalmente experimenté esto hace unos días. Me caí por una escalera (los zapatos formales nuevos eran más resbaladizos en el mármol de lo que imaginaba) Me hice una buena quemadura en la mano (a través de una capa térmica, una camisa formal y una chaqueta de traje) También me di un buen golpe en la caja torácica que aún duele Si hubiera sido débil, me habría roto la mano y las costillas. Ir al gimnasio no se trata solo de tus músculos, sino también de la fuerza de tus huesos. EL HIERRO AFILA EL HIERRO