En el parque de Buenos Aires vi a un hombre musculoso practicando patinaje en línea. Al acercarme, me di cuenta de que era un hombre de barba blanca. Al charlar con él, supe que ya tenía más de 60 años. Viene a este parque todos los días a practicar sus habilidades. Con más de sesenta años, aún se inclina cada día, concentrándose en el pulido y la práctica de lo más básico. Este proceso de autoescultura en el tiempo es silencioso y poderoso. Piensa que lo más aterrador de Internet es que solo ves el éxito, y no ves a la gran mayoría que permanece en silencio. Este mundo está siendo reescrito por algoritmos. Solo te muestra dos historias: los ganadores natos y los ganadores que se disfrazan de personas comunes. Convierte "hacerse rico de la noche a la mañana" en un sentido común, y "acumular lentamente" en una vergüenza. Los jóvenes comienzan a vivir con una mentalidad de apostador, deseando replicar el éxito de otros a los 30 años antes de cumplir 21. Pero los que realmente son cosechados, son precisamente aquellos que desprecian que el proceso sea demasiado lento. La lentitud es la ventaja más subestimada de esta era.