En mi nuevo libro, La Ciencia de las Segundas Oportunidades, hablo sobre la sólida evidencia de investigación que demuestra que el acceso a los beneficios de SNAP reduce la reincidencia de los adultos que salen de prisión, porque les ayuda a llegar a fin de mes sin recurrir al crimen. También hablo sobre la evidencia aún más fuerte de que el acceso a los beneficios de SNAP para los niños pequeños reduce su futura implicación en el sistema de justicia penal, porque una buena nutrición es importante para el desarrollo cerebral. (Una hipótesis de por qué la nutrición es tan importante es que ayuda a proteger el cerebro contra la exposición a toxinas comunes como el plomo. Dado que el plomo y el calcio se unen a los mismos receptores en el cerebro, consumir más calcio en la primera infancia puede desplazar esta toxina dañina y proteger tanto de los efectos nocivos de la exposición al plomo. Esa exposición, de otro modo, resultaría en un comportamiento más impulsivo y agresivo en la adolescencia y en la adultez.) Muchos están hablando sobre la actual interrupción en los beneficios de SNAP como un problema moral. Pero también es un problema de seguridad pública. Si no conseguimos que las familias tengan la comida que necesitan, lo pagaremos durante años, en forma de tasas de criminalidad más altas. Mi equipo en @Arnold_Ventures ha estado trabajando para derogar las prohibiciones estatales y federales sobre los beneficios de SNAP para las personas con antecedentes penales, lo que reduce el acceso a la comida incluso en tiempos "normales". Tales prohibiciones son contraproducentes. Para más información sobre esto, ¡por favor considera preordenar mi libro! (Sale en febrero.) Si eres un legislador que desea más información sobre esta evidencia, por favor ponte en contacto.