Voy a construir un avatar organoide de mí mismo. Miles de miniaturas de Bryan Johnson cultivadas en platos de cultivo celular, cada una replicando mi biología celular y de órganos. Este modelo vivo me permitirá probar la eficacia de suplementos, medicamentos y nutrición para acelerar de manera segura y medir el progreso contra el envejecimiento. Detalles: El potencial de los organoides derivados de células madre es permitir pruebas de toxicidad para el descubrimiento de medicamentos y regímenes de tratamiento complejos. Este mismo beneficio se puede realizar para la suplementación de longevidad, nutrición y protocolos de Rx. Convertirme en la persona más medida de la historia permitió que mis órganos hablasen, pero la desventaja es que solo hay una copia de mí para las pruebas. Esto significa que solo puedo ajustar una o unas pocas variables a la vez para explorar sus efectos. Una única copia de mí limita la cantidad de cosas que puedo probar simultáneamente, ralentizando la velocidad del progreso. Estas limitaciones se pueden resolver escalándome utilizando organoides personalizados derivados de células madre. Actualmente estamos considerando esto seriamente. Aquí hay un flujo de trabajo aproximado: Se toma una muestra de sangre, se aíslan algunas células (PBMCs) y se reprograman en células madre pluripotentes inducidas (iPSCs). Estas células se propagan luego en cultivos. Usando tratamientos y condiciones especiales de laboratorio, se les induce a diferenciarse y crecer en mini-órganos, o organoides. Estos organoides llevan mi ADN exacto. Aunque el proceso de reprogramación borra la mayoría de las epigenéticas adquiridas en mi vida, llevando las células a un estado similar al de un recién nacido, podemos pensar en estos organoides como "Bryans Bebés" disponibles para probar intervenciones. La función y el fenotipo de los organoides se pueden monitorear utilizando modelos computacionales, que pueden extrapolar el comportamiento del organoide para predecir efectos en los órganos reales de mi cuerpo. Estos organoides se pueden conectar entre sí en una circulación artificial, creando cientos o miles de "mini Bryans." Esto nos permitirá probar cada ingrediente e intervención por separado, así como combinaciones particulares. El nivel de evidencia y sofisticación del modelo organoide-en-chip ha visto un progreso rápido en la última década. Los prototipos iniciales utilizaron cultivos interconectados de "organ-on-chip" en 2-D y esferoides para modelar con éxito el metabolismo, la toxicidad y la biodistribución de medicamentos y sus metabolitos, incluidas las interacciones hígado-riñón, hígado-pulmón y hígado-cerebro. El uso de células madre pluripotentes inducidas (iPSCs) junto con andamios impresos en 3D para generar esferoides y organoides allanó el camino para estos sistemas en medicina personalizada. Este enfoque permite predicciones precisas y personalizadas, caso por caso, para la interacción, eficacia y toxicidad de los medicamentos. Estos sistemas incluso pueden modelar estados de enfermedad sistémica, como la permeabilidad de la barrera hematoencefálica, neurotoxicidad, fibrosis quística del pulmón y páncreas, metástasis del cáncer y respuesta a la quimioterapia....