A la gente medieval le encantaba el color. En un castillo, podrías entrar en una habitación y encontrar una pared pintada de rojo, otra de azul, una tercera de blanco y la última de amarillo. Estos colores se han desgastado, así que ahora solo parecen piedra desnuda. De la misma manera, las coloridas banderas que cuelgan de las ventanas y techos ya no son visibles. Una cosa que NO tenían eran apliques sosteniendo antorchas. Qué idea tan terrible. Necesitarías a un tipo caminando por tu castillo todo el tiempo reemplazando antorchas, además de 3-4 chicos más cuyo trabajo era hacer antorchas. Las habitaciones no tenían luces por la noche como las tenemos ahora. En su lugar, la gente medieval llevaba su luz con ellos. Podrían sostener una lámpara, una vela o una antorcha.