La adquisición de Manus por parte de Meta es un raro ejemplo de un grupo tecnológico estadounidense que se hace con una plataforma de IA de vanguardia con raíces chinas — y podría levantar ampollas en Washington y Pekín en un momento en que la carrera de IA se ha convertido en un punto de conflicto en las relaciones entre China y EE. UU.