Los hombres blancos de la generación millennial y de la Generación Z fueron excluidos del mercado laboral porque eran blancos. Mientras esto sucedía, cada anuncio en la televisión y en las vallas publicitarias mostraba a mujeres blancas con hombres no blancos. Los únicos hombres blancos aceptables que podían trabajar o ser vistos en los medios eran aquellos que se cortaron la virilidad y llevaban vestidos. Todo esto es un ritual de humillación masiva para desmoralizar a los hombres blancos heterosexuales. Por eso los hombres blancos están volviéndose psicopáticos y tienen todo el derecho a estarlo.