Aquellos que programan o "solían programar" (los que dejaron la programación porque asumieron roles de gestión o la vida simplemente les golpeó), están construyendo y enviando más rápido que nunca. Aquellos que nunca lo hicieron y se niegan a hacerlo están quedando atrás más que nunca. La brecha entre estos dos grupos solo va a acelerarse.